Observarse a si mismo la clave del éxito en tu carrera como emprendedor
Lo habrás oído muchas veces, en el tiempo de Delfos existe una inscripción que dice.
“Conócete a ti mismo”
Hablemos de eso, me he dado cuenta en estos seis años del camino del emprendedor consciente, que no era tan consciente como creía.
Te diré porque:
Me proponía un objetivo que realmente amaba y no lo cumplía, la vida diaria y lo urgente comía todo mi tiempo y energía no dejándome tiempo de calidad para aplicar mis talentos.
Cuando emprendes tienes que hacer mil cosas y puede que con el tiempo vallas dejando de lado aquello por lo que habías decidido emprender, en mi caso el compartir aquello que aprendo ya sea través de la escritura o la palabra hablada.
¿Por qué no haces aquello que amas Alberto? me preguntaba…
Existían miles de escusas, desde la típica no tengo tiempo.
La empresa va bien ya lo haré…. ¿Cuando? ¿Mañana? Si el mañana nunca llega…
Estoy cansado…..
Prefiero pasar tiempo de valor con mi pareja o mis amigos.
Tengo muchas tareas urgentes por realizar, ahora no estoy inspirado.
Es que tengo demasiados compromisos sociales y no tengo tiempo.
Siempre había una gran escusa para no aplicar mis talentos cada día.
Y me daba cuenta de que eso me estaba desinflando poco a poco.
¿Por qué me siento mal, me preguntaba?
En teoría estoy haciendo aquello que amo, emprendiendo, debería sentirme bien.
Pero había momentos que sentía una gran impotencia, como que no estaba haciendo algo que recordaba que antes si hacia es mis primeros años como emprendedor.
Me di cuenta de que estaba priorizando miles de cosas que no me llenaban y había descuidado el escribir y el hablar de cara al público, que es lo que realmente me hace irme a la cama con el deber cumplido.
Para mi un día es completo si he cumplido los siguientes objetivos:
- Grabar un Vídeo para Youtube o para VideoEntrenamientos
- Hacer, Crear o Impartir una Conferencia Taller
- Escribir libros o artículos
Esta claro que realizar mentoring con personas se acerca mucho a mis talentos, de hecho me encuentro en el flujo cuando lo hago, pero si lo que he compartido con ese Ser, no lo escribo, no creo un vídeo o doy una conferencia, siento que no he hecho lo que tenía que hacer.
Es curioso como actúan los hábitos altamente arraigados en tu anterior vida antes de emprender y como no nos damos cuenta de muchas cosas que realmente nos están paralizando. A veces siento que los mismos problemas que tenía para estudiar en el colegio porque no me gustaban las asignaturas vienen como programaciones mentales a mi presente y actuó de la misma manera.
Pero ahora si que me gusta lo que hago, es curioso como los patrones inconscientes se encuentran dentro de ti hasta que los detectas y decides cambiarlos de una vez por todas.
Hasta que no me puse un objetivo claro anual de a donde quería ir y que quería hacer para lograrlo en el que incluía en las acciones necesarias basadas en mis talentos no empece a sentir plenamente la energía creativa fluyendo dentro de mi. Este hecho, hizo que cambiara otros hábitos que me quitaban energía, empecé a cuidar más el dinero, a saber gestionarlo y hacer que crezca, empecé a comer mejor, alimentos con más energía y menos prefabricados, incluso empece a realizar deporte.
Me daba cuenta que aplicar mis talentos me hacia querer crecer y poder aportar mas valor y para ello sabia que tenia que cambiar otros hábitos disfuncionales con los que había crecido.
Paradojicamente, mi empresa empezó a facturar mucho más que cuando estaba preocupado por demasiadas cosas y dejaba de compartir mis talentos ¿Casualidad? No lo creo.
Tuve que agendar que cada día de mi vida, al menos una hora, aplicaría mis mejores talentos para escribir artículos, libros, crear videocursos, conferencias, talleres……
Este gran hito, marcó un antes y un después en mi carrera emprendedora, llegando mucho más lejos de lo que creía posible.
Es el simple hecho de hacer por hacer lo que te lleva a disfrutar, sin ninguna intención oculta.
Al disfrutar del proceso, crear de verdad, te conviertes en hiperproductivo y al estar con una energía alta, tus otras tareas las haces también mejor, empiezas a utilizar la energía para lo realmente importante.
Aprender a decir que no a muchos planes sociales que antes ibas por no quedar mal.
Empiezas a valorar el tiempo en soledad para que puedas crear con tus talentos.
Te das cuenta de que es necesario renovarse y aprender y lees y escuchas conferencias, compras videocursos, asistes a talleres.
A muchos emprendedores solo les separa unos buenos hábitos de aplicación diaria de sus talentos del tan ansiado éxito exterior.
El más importante de todos los éxitos, es sentirte realizado ahora aceptando lo que tienes y lo que no sintiéndote en paz y dando gracias a la vida por esta oportunidad, vive ahora la vida que quieres dentro de cinco años y no tendrás que esperar al reconocimiento de los demás para darlo todo.
- Si escribes un libro y no se vende ¿Te pararas?
- Si das una conferencia y no va nadie ¿Dejaras de hacerlo?
- Si creas un vídeo-curso que nadie compra ¿Qué harás?
- Si creas 50 artículos y nadie ve tu blog ¿Dejarás tu proyecto?
No dependas del exterior para hacer aquello que amas y el exterior tarde o temprano acabará reconociéndote todo aquello que has dado.
Cuando no tienes expectativas con lo que haces, te llevarás gratas sorpresas.
Introduce en tu vida el habito de aplicar tus talentos cada día, será el combustible hacia la grandeza.
Ya eres grande, nunca lo olvides.
Deja una respuesta