Un día te levantas y te das cuenta de que vas a pagar, y vas a pagar, para que la sociedad “mejore”, ese día te das cuenta de lo que es ser autónomo en España.
Si alguien piensa que ser autónomo en España es un juego de niños, todavía no ha vivido en sus carnes la que se le viene encima.

Y es que el estado español ha decidido, que los autónomos de este país vivan por una serie de pruebas, aventuras y obstáculos a superar, para que solo los mas fuertes, los que mas talento tenga, y los que mas “suerte” tengan sobrevivan.
Todos los días en España cierran tiendas los autónomos, tiendas de barrio, pequeños comercios, tiendas de ropa, peluquerías…..
Ser autónomo y abrir un negocio físico en España es toda una aventura digna de superman.
¿Aguantaras los pagos mensuales del local, luz, calefacción, agua e impuestos?
¿Y si es así… ¿Por cuanto tiempo?
Vender objetos físicos en España es toda una odisea si no aportan un valor diferencial.
Hace una década existían autónomos en todas las esquinas de nuestras ciudades, y al menos podían vivir, pero ahora los que siguen adelante sobreviven, y algunos funcionan.
¿Qué ha pasado?
¿A quién culpamos?
¿Al estado español y a los impuestos?
¿A las multinacionales que pagan menos y pueden ofrecer un mejor precio?
¿Al mundo?
¿A los políticos?
Eso es lo que suele ocurrir, apuntamos con el dedo fuera, culpando a lo externo de que nuestra situación sea la que es.
Pero la verdad, es que ninguna de esas personas es la culpable, ni siquiera el autónomo es el culpable.
No puedes culparte por creer que eres un autónomo, y que todo es muy difícil, que tienes que pagar muchos impuestos y que la mayoría de los negocios acaba cerrando antes de los 5 años de vida.
Por mi propia experiencia, lo que si que puedes hacer como autónomo, es dejar atrás el creer que eres un autónomo y decidir ser un emprendedor consciente.
El emprendedor consciente, puede que legalmente sea un autónomo, pero interiormente es un ser totalmente diferente al autónomo tradicional.
Y eso es porque es consciente.
Es consciente de que es un ser único y que tiene un talento increíble para aportar al mundo, brillar y vivir muy bien de aquello que le apasiona.
Es consciente del mundo en el que vive y que las tecnologías de la información son el elemento y pilar clave para dar a conocer quienes somos y vender de forma internacional.
Es consciente de que los negocios tradicionales se están extinguiendo y que ahora se requieren nuevos planteamientos muy lejanos a lo visto hasta ahora.
Pero sobre todo.
Es consciente de que el poder para crear su realidad, está en sus manos, y ni los impuestos, ni los políticos, ni el estado, ni la situación actual pueden pararle, ese es su gran poder, se ha hecho consciente de sí mismo y de lo que puede dar a los demás.
Y es que el emprendedor consciente conoce perfectamente cuales son sus talentos, esas capacidades innatas que se encuentran dentro de todo ser humano, ha decidido desarrollarlas cada día de su vida practicando y practicando.
Ha decidido centrarse en un grupo de personas concretas que pueden estar en cualquier parte del planeta tierra, y ha decidido servirles de la mejor forma posible con sus talentos.
Ha decidido compartir en internet lo que hace, aprender estrategias de marketing digital, estrategias de ventas, se forma cada día.
Pero sobretodo, ha aprendido a romper todos los límites mentales provenientes de una sociedad y cultura, que no favorece el emprendimiento y que nos encasilla etiquetandonos de autonomos sin futuro, trabajadores o dueños de negocio con malas intenciones.
La cruda realidad de ser autónomo en España es que es difícil.
Si nos convertimos en emprendedores conscientes, seguirá siendo difícil, pero si seguimos adelante, podremos vivir muy bien de nuestra pasión y talento.
El camino de los autónomos simplemente ha cambiado, y los que más lo están sufriendo en sus carnes, son los que todavía no se han adaptado al nuevo mundo.
El autónomo tiene que saber quién es, cuáles son sus talentos desarrollarlos al máximo y convertirse en un comunicador con un mensaje claro en Internet, que impacte en sus futuros compradores.
El autónomo del presente que quiera triunfar, tiene que aprender capacidades y habilidades nuevas, aportar valor y diferenciación en lo que ofrecerse y entender cómo funciona el mundo de los negocios en el siglo XXI.
Sólo los que se adapten rápido, actúen con foco, inteligencia y disciplina diaria, serán los que sigan adelante, sin ser derrotados por el duro capitalismo.
Ser autónomo en España es difícil, pero es posible.
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